sábado, 30 de agosto de 2014
Mi complemento.
No sé si me gustaría soltar tu mano al caminar; o besar tus labios con los ojos abiertos, tampoco verte sin sonreír. Quién dice que no puedo estar hechizada por ti, que tal y sólo es un encanto infinito al ver tu forma de sonreír. Puede que no sea lo mismo ver tus ojos sin la misma luz que se enciende en mi interior. Cada que leo una palabra tuya mi corazón canta al unísono de tu voz. Cada que te escucho noto cómo mi corazón pide nunca dejarte de escuchar. Me encanta tu forma de pensar, y tu aliento cuando estas a punto de besar. Y las rimas que me haces componer. Tu forma de cortarte el cabello, tienes el toque perfecto. Dices que me quieres en el mejor momento. Me haces amar hasta tus defectos.
jueves, 28 de agosto de 2014
Soñando.
Cada día pienso en cómo sería poder tomar tu mano y llevarte hasta las nubes. Hacerte feliz con risas, besar tu sonrisa. Ser tu perfección. Verte día con día y no tener despedidas. Quisiera poder decirte cuánto me gusta tu carita, y esa forma tan bonita de tu sonrisa. Serías mi erase una vez. Mi ángel, mi protector. Mi mayor sueño.
Anhelo cada momento por querer estar a tu lado. Despertar cada día y darte tus buenos días.Un beso en la mejilla. Y en la noche, a punto de dormir, susurrarte al oído que eres mi favorito. Y que si las pesadillas vienen por ti, yo lucharé contra ellas. Gracias por convertirte en mi sombra, porque te llevo conmigo siempre en la mente. Me tienes enamorada locamente.
Te pido una cosa. Quiero que al despertar de este sueño, me levantes la barbilla y me des un dulce beso. Quiero que estemos unidos; un sólo cuerpo. Tus labios en los míos y mi ojos descansando en los tuyos. Eres mi paisaje favorito. Mi niño, hacen falta palabras para describir cuánto te necesito. Necesito de tu sonrisa, de tu brisa para vivir. Hazme despertar, hazme vivir en mi sueño.
Dejaré mi sonrisa entre tus labios.
Anhelo cada momento por querer estar a tu lado. Despertar cada día y darte tus buenos días.Un beso en la mejilla. Y en la noche, a punto de dormir, susurrarte al oído que eres mi favorito. Y que si las pesadillas vienen por ti, yo lucharé contra ellas. Gracias por convertirte en mi sombra, porque te llevo conmigo siempre en la mente. Me tienes enamorada locamente.
Te pido una cosa. Quiero que al despertar de este sueño, me levantes la barbilla y me des un dulce beso. Quiero que estemos unidos; un sólo cuerpo. Tus labios en los míos y mi ojos descansando en los tuyos. Eres mi paisaje favorito. Mi niño, hacen falta palabras para describir cuánto te necesito. Necesito de tu sonrisa, de tu brisa para vivir. Hazme despertar, hazme vivir en mi sueño.
Dejaré mi sonrisa entre tus labios.
miércoles, 27 de agosto de 2014
Espejismos.
Nunca es un día normal. Hoy tampoco es la excepción.
Estoy cansada. Harta de tener que sentirme satisfecha de algo que no me hace feliz. Cansada de dar consejos a los demás, los que nunca pongo en práctica. Es difícil aparentar ser feliz. Muchas veces sólo sonrío porque así tiene que ser, porque así aparentas felicidad. Pero ya me cansé.
Hoy es uno de esos días que no deberían existir.
Seré sincera conmigo misma, de nada sirve aparentar. Mi sonrisa depende de alguien más, de ese alguien que no se merece ni una mirada mía. De esa persona por la que tanto he llorado y que me ha rechazado. Esa persona que engaña con palabras bonitas robando mi corazón, para arrebatármelo con dolor. Odio tener que aguantar verme al espejo y no poder salir de esta fantasía. Tal vez sea mejor ser esa niña del espejo, esa que me imita pero que en realidad no sabe quién es. Solo un triste reflejo. ¿Por qué siempre pierde el que más quiere? Es lo único que he aprendido en años, una pregunta nada justa y a la vez llena de mentiras. Pero recuerdo cómo te metiste entre mis pupilas. Vi tu sonrisa, lo más hermoso que había visto en mi corta vida. No es justo que te regale estas palabras, me debes más de mil lágrimas. Momentos en que mi corazón grita y quiere dejar salir todo. La lágrimas no son más que una forma de reflejar tus adentros. Puede que sea mi manera de decir la verdad, puede que si me veas llorar lo sepas todo. Me metiste en un sueño, y no se cómo regresar de él.Ya no quiero ser la niña débil que se conforma con una palabra tuya. No quiero depender de tu aprobación. No quiero formar parte de tus historias. Sólo una cosa debo agradecerte, me hiciste más fuerte. Ahora sé que no debo confiar en cualquiera; y que amar es destruir. ¿Por qué sigo hablando de ti? Porque me haces vivir. Dependo de ti, y de tu sonrisa, casi lo olvido. De que seas feliz a mi lado, de buscar ser tu perfección. Y por eso me odio, porque no me conozco. Te quiero, y sé que nunca dejaré de hacerlo; aunque falten los motivos. Eres y serás mi mayor deseo.
Quédate un momento así, niña del espejo, ven y dime cómo salir de esta falsa realidad. Dime qué hacer para poder ser yo, y no ahogarme en mis adentros. En mis sentimientos.
Quiero ser como tú, niña del espejo.
Estoy cansada. Harta de tener que sentirme satisfecha de algo que no me hace feliz. Cansada de dar consejos a los demás, los que nunca pongo en práctica. Es difícil aparentar ser feliz. Muchas veces sólo sonrío porque así tiene que ser, porque así aparentas felicidad. Pero ya me cansé.
Hoy es uno de esos días que no deberían existir.
Seré sincera conmigo misma, de nada sirve aparentar. Mi sonrisa depende de alguien más, de ese alguien que no se merece ni una mirada mía. De esa persona por la que tanto he llorado y que me ha rechazado. Esa persona que engaña con palabras bonitas robando mi corazón, para arrebatármelo con dolor. Odio tener que aguantar verme al espejo y no poder salir de esta fantasía. Tal vez sea mejor ser esa niña del espejo, esa que me imita pero que en realidad no sabe quién es. Solo un triste reflejo. ¿Por qué siempre pierde el que más quiere? Es lo único que he aprendido en años, una pregunta nada justa y a la vez llena de mentiras. Pero recuerdo cómo te metiste entre mis pupilas. Vi tu sonrisa, lo más hermoso que había visto en mi corta vida. No es justo que te regale estas palabras, me debes más de mil lágrimas. Momentos en que mi corazón grita y quiere dejar salir todo. La lágrimas no son más que una forma de reflejar tus adentros. Puede que sea mi manera de decir la verdad, puede que si me veas llorar lo sepas todo. Me metiste en un sueño, y no se cómo regresar de él.Ya no quiero ser la niña débil que se conforma con una palabra tuya. No quiero depender de tu aprobación. No quiero formar parte de tus historias. Sólo una cosa debo agradecerte, me hiciste más fuerte. Ahora sé que no debo confiar en cualquiera; y que amar es destruir. ¿Por qué sigo hablando de ti? Porque me haces vivir. Dependo de ti, y de tu sonrisa, casi lo olvido. De que seas feliz a mi lado, de buscar ser tu perfección. Y por eso me odio, porque no me conozco. Te quiero, y sé que nunca dejaré de hacerlo; aunque falten los motivos. Eres y serás mi mayor deseo.
Quédate un momento así, niña del espejo, ven y dime cómo salir de esta falsa realidad. Dime qué hacer para poder ser yo, y no ahogarme en mis adentros. En mis sentimientos.
Quiero ser como tú, niña del espejo.
viernes, 22 de agosto de 2014
Quién soy.
No es fácil describirte.Puede que te conozcas demasiado bien, pero tu descripción equivale a más que eso. No sólo eres tú, sino también un alma más en el mundo. Un alma que sólo está aquí de pasajera. Puede que esto sea sólo un sueño, y la muerte sea el despertar. Así pienso, así soy. Me caracterizo por ser diferente de los demás, por no adaptarme demasiado a la sociedad, porque ésta no me ha permitido ser de otro modo. Mi vida está repleta de felicidad. Tengo a mi lado a las mejores personas del mundo, o al menos, a las correctas. Sé que estoy aquí por algo, pero no puedo descifrar el por qué. Así que solo me centro en lo que soy capaz de ser y hacer. Es simple; llegas a un lugar para tener que irte de nuevo. Nunca sabes cuál es tu hogar. A veces los recuerdos se dispersan y pierden sentido; y con eso, parte de tu personalidad. Sé que estoy en el lugar correcto, con las personas correctas y que soy la persona correcta. Todo debió de ser como tenía que ser y como estaba pensado.
Me gusta disfrutar de esta oportunidad tan grande y de tantas maravillas. Soy afortunada por estar parada justo aquí.
Hablemos de otra cosa, ya di mucho de mi forma de pensar. Mi sueño es ser escritora y publicar mis ideas, plasmarlas en un lugar donde todos puedan recordarme algún día que ya no esté. Dejar huella. Intento ser como nadie es. En mi tiempo libre leo. Leo hasta que me da sueño y sueño con lo que leo. Duermo cuando me da sueño de leer.
Pero no soy solo esto, no sólo esta descripción. Abarco mucho más espacio, muchas más páginas y letras para describirme tal y como soy.
Una persona no es capaz de describirse a sí misma porque no sabe lo que aparenta, lo que es capaz de hacer y cómo la ven los demás.
Gracias por tomarse el tiempo de venir y leerme.
sábado, 9 de agosto de 2014
Había una vez.
Había una vez... ¿Así empiezan los cuentos, no? Este no será la excepción.
Había una vez una niña frágil. Sentía que estaba sola en el mundo; pues nunca aprendió a convivir ni a salir a jugar a la banqueta, como la mayoría de las niñas de siete años hacían. Era una joya, era una niña preciosa, de ese tipo de persona que te roba el corazón desde el primer instante. No era rubia, tenía el cabello de un negro tan oscuro que hacía resaltar su bella y fría piel blanca. Sus ojos no eran azules o verdes, eran de un color muy distinguido: grises. Era como la nieve, fría y hermosa. Cada palabra que salía de ella, así como cada sonrisa, hacía al mundo mejor, hacía su mundo mejor, ya que así no se sentía tan sola. Hablaba con el espejo porque no había nadie a su alrededor.
Pero un día, cuando esta niñita preciosa creció, conoció a un muchacho que también se sentía solo, y que también hablaba solo frente a su espejo. Pronto se enamoraron, crecieron juntos, vivieron juntos. Tenían inseguridades y miedos, como todos nosotros; pero juntos las enfrentaron. Prometieron estar siempre juntos, prometieron ser felices juntos.
¿Y qué pasó? El muchacho mintió. A partir de ahí, la gran tristeza cayó en ojos de la bella muchacha. Lloraba sin cesar noche tras noche; pero sonreía al despertar. Era la misma persona, pero algo había cambiado en ella: aprendió a amar, y a desconfiar de los demás. Aprendió también que nadie puede romperle el corazón porque ella vale más que eso. Se dió cuenta de que no estaba sola, de que ella era más fuerte de lo que todos pensaban, así que siguió sonriendo. Y valla sonrisa... podía enamorar a cualquiera. Pero, ¿y a dónde se fueron todas esas promesas? Nada se olvida, los recuerdos se van acumulando. Nunca se sabe cuando estamos creando recuerdos.
Había una vez...
jueves, 7 de agosto de 2014
¿Pesadilla o muerte?
Ojos vendados, cadenas en los pies. ¡¿Qué pasa?! Camino sobre tierra; rocas cortan la piel de mis pies, camino sin un lugar fijo a dónde ir. Siento mi sombra demasiado lejos, parece que está oscuro. ¿Sigo caminando o paro? Decido seguir caminando. Tratando de encontrar algo que ni yo misma sé. Algo inimaginable. Hasta que la siento. Una mano sobre mi espalda. Grito lo más fuerte posible; sintiéndome capaz de espantar todos mis miedos. ¡¿Qué está pasando?! Ahora la mano me guía. Intento preguntar quién es, o correr hasta llegar a mi hogar, pero no puedo. No puedo mover los labios, no puedo parar mis pies; me siento atada, con un peso que no es común en mí. Atrapada en el infierno. En mi infierno. Quiero regresar. ¿A dónde vamos? ¿Qué hago aquí? Sólo me quedan dos posibilidades, o estoy soñando o estoy muerta. Comúnmente, si estuviera durmiendo ya hubiera despertado; pues siempre despierto cuando deseo despertar. Siempre controlo mis miedos, o eso creía. Tengo miedo; puedo sentir cansados mis pies de cargar con las cadenas. Esperen un momento; la mano ha desaparecido. Si era en verdad una mano, quiere decir que no estoy sola. Alguien me hace esto. La pregunta es ¿Por qué? Siento calor, estoy sudando. Y eso a pesar del notable frío que hace aquí. Sigo caminando cuando me siento atrapada entre dos paredes. Me siento pequeña, atrapada, inútil. Hasta darme cuenta de estar en un laberinto, pues miles de paredes se interponen en mi camino. ¡¡No puedo gritar!! ¡¡¡Quiero salir, regresar!!! Corro sin parar, es imposible resolver un laberinto con los ojos vendados. Y tengo la impresión de que no me gustaría ver lo que hay detrás de mí si me dejan quitármelos. Me obligo a ser fuerte, no voy a llorar, no voy a llorar, no lloraré. Sáquenme de aquí, juro que venceré mis miedos, prometo ser fuerte, capaz de soportar el peso de mis cadenas. Pero es inútil, nunca despertaré de este sueño.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Por desgracia.
Que desgracia que no le dijiste a tu hijo que lo querías antes de irse a la escuela, porque murió ese mismo día. Que pena que no le diste de comer a quién te lo pidió. ¿Y si cambian los papeles? Fue un completo desastre pelear con tu esposa delante de tu hijo; porque cuando creció aprendió a tratar así a las mujeres. ¿Dejaste la puerta abierta? Intenta dormir el resto de tus días pensando en la causa de la muerte de tu hija; que dormía placenteramente en el piso de abajo, sola. ¿Robaste dinero a tu padre? Lo siento por ti, la vida te lo regresará; sin preguntar el tiempo o momento en el que encuentres. ¿Cenaste mucho esta noche? Ja, tendrás diarrea por dos días. ¿Rompiste el corazón de un chico en la secundaria? Ahora a ver quién te lo rompe a ti.
Aparentemente; sí que se puede aprender de los errores.
Nunca pares.
Intentemos no sólo ser mejores; intentemos hacer mejor el lugar donde nos encontramos. Intentemos dejar huella para evitar permanecer olvidado entre tierra y rocas. Y no sólo lo intentes; actúa. Sólo tú sabes si avanzas; o esperas a que la vida por sí sola te haga avanzar.
martes, 5 de agosto de 2014
Acuérdate.
Acuérdate de mis abrazos. ¿Te hacían sentir seguro? ¿Y qué tal mis besos? ¿Y mis palabras susurradas a tu oído? ¿Y todas esas sonrisas que logré sacarte? Recuerda todos los detalles. El primer beso bajo la tenue luz del sol, nuestros nombres grabados en un árbol entrelazados, el oso de peluche más grande que tú, el beso de despedida más largo... En fin, vivimos de recuerdos. Fui la única persona que pudo sacar tu lado cursi. La única que valoró una carta tuya. La primera que sintió el sabor de tus labios como el más dulce de todos. ¿Recuerdas la canción que me cantaste el día de nuestro aniversario? Acuérdate de nuestra primera pelea; y de la forma en que la solucionamos: yo te quería más. Aún tengo en mente la sonrisa más hermosa del mundo, justo en la mitad de un beso lento. Tú y yo besándonos bajo el agua del mar. Ese recuerdo es el más frecuente al momento de bañarme. Siempre te cortabas el cabello justo como me encantaba; siempre tenías el mejor olor. Llegué a hacer tantas tonterías infantiles para que rieras. Fuimos capaces de controlar el tiempo con una mirada, y de decir mil palabras a través de ella. Recuerdo cuando me dabas abrazos de oso, y estábamos tan cerca que podía sentir tu corazón latiendo; respirando el mismo aliento. Esos días de lluvia donde corríamos sin parar; donde me perseguías para decirme cuánto me querías. El día del funeral de tu padre, donde no encontraste mejor hombro que el mío para recostarte. Recuerdo la forma en que llorabas; y quise nunca más verte así de nuevo. Quise ser la causa de tus sonrisas. Lo logré. Te convertiste en mi adicción día con día. Nuestro amor fue aumentando tanto, que necesitaba de ti para sentirme completa. Siempre fui tímida, pero tú me hiciste fuerte. Superamos problemas y peleamos con monstruos, todo por estar juntos. Unidos; como la noche y las estrellas.
¿Y dices que no me extrañas?
lunes, 4 de agosto de 2014
No llores más.
Pequeña mía, no llores más, quiero volver a escuchar tu risa sin cesar; quiero verte cantar hasta que el día acabe y no te quede más que gritar, quiero verte sonreír, verte caminar por esta lluvia sin final.
No, no quiero que estés mal, prometo hacerte reír, prometo hacerte cantar. Quiero iluminar tus días, ser el sol que te guía. Deseo ser tu guardían, niña mía, y darte los buenos días mientras viva. Quiero sentir tu cabello de seda, quiero tocarlo mientras pueda. Decirte que te quiero, siempre hasta el final. No quiero que llores, yo nunca te haré sentir mal. Te quiero, y eso nunca cambiará.
-Tu persona favorita.
No, no quiero que estés mal, prometo hacerte reír, prometo hacerte cantar. Quiero iluminar tus días, ser el sol que te guía. Deseo ser tu guardían, niña mía, y darte los buenos días mientras viva. Quiero sentir tu cabello de seda, quiero tocarlo mientras pueda. Decirte que te quiero, siempre hasta el final. No quiero que llores, yo nunca te haré sentir mal. Te quiero, y eso nunca cambiará.
-Tu persona favorita.
Amor de verano.
No somos nada sin nuestra sonrisa completa. Una sonrisa que se alza hasta las orejas. Esa sonrisa de satisfacción y felicidad. Esa que sólo tú me provocas.
Nací para hacerte feliz, para recibir tus besos a cambio de sonrisas. Sé muy bien que mi timidez parece arrebatar oportunidades, pero aquí estoy, sumergida en tus brazos, sintiéndome más segura de lo que nunca he sido. Es mi lugar favorito. Tus brazos me llenan de protección, de esa sensación de que un "para siempre" a tu lado, es insuficiente. Tu voz me derrite, siempre ha sido mi mayor adicción, llena de dulzura para mí, y dura para los demás. Día con día esperaba el momento de poder abrazarte, y decirte que soy la persona más afortunada; esperaba darte los buenos días, y las buenas noches acompañadas de un beso en tu dulce boca; una línea recta inclinada hacia arriba, semejante a una sonrisa. Besar tu sonrisa, mi mayor deseo.
Nací para hacerte feliz, para recibir tus besos a cambio de sonrisas. Sé muy bien que mi timidez parece arrebatar oportunidades, pero aquí estoy, sumergida en tus brazos, sintiéndome más segura de lo que nunca he sido. Es mi lugar favorito. Tus brazos me llenan de protección, de esa sensación de que un "para siempre" a tu lado, es insuficiente. Tu voz me derrite, siempre ha sido mi mayor adicción, llena de dulzura para mí, y dura para los demás. Día con día esperaba el momento de poder abrazarte, y decirte que soy la persona más afortunada; esperaba darte los buenos días, y las buenas noches acompañadas de un beso en tu dulce boca; una línea recta inclinada hacia arriba, semejante a una sonrisa. Besar tu sonrisa, mi mayor deseo.
Estuve a la espera de sentirme completa, llena; pero no me sentí así hasta que apareciste en mi vida. Fue inesperado, un encuentro fuera de serie. Único para nosotros; incomprensible para los demás. Fuiste la pieza exacta para un rompecabezas incompleto.
Estoy lista para hablar de tus ojos. Oscuros, un peculiar tono verde. El color de mi paraíso. A través de ellos me transporto, a mis lugares favoritos. Con el tiempo se convirtieron en mis guardianes, tus ojos eran mis guías para saber a dónde ir. Esos lindos ojos verdes que a cada momento que podían, se volteaban hacia mí para verme. No puedo expresar todo lo que sentía cuando me mirabas. El tiempo dejaba de avanzar, mi cuerpo se ponía tenso, mi alma bailaba. Me bastó una de esas miradas para saber que habías llegado. Que era el momento de recuperar todo ese tiempo perdido, para aprovecharlo contigo.
Y ahora sé que te quiero, sólo a ti a mi lado, al amor de mi vida, a mi persona favorita. Porque aún no llegas, pero ya tengo tu descripción. Aún no te conozco; pero ya escribo de ti.
Amor de verano, te estaré esperando.
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