El cielo te exige con vida, llora tu ausencia en el universo y es que eras tan etérea y fugaz que todos los cosmos y las nubes no hacen más que lamentar.
El espacio vacío que dejaste, aquella mágica sombra nunca volverá a verse caminar en aquellos caminos de piedra; bajo tanta historia tú eras especial.
El sol dejó de brillar varios días porque tu luz está perdida, tu faro ha desaparecido y junto con él, el sentido de mi alegría.
Tu esencia voló como solo los ángeles suelen hacer, tu alma quedó esparcida por todos aquellos que te construyeron... y duele más que cuchillos, más que fuego quemando la piel...
Hoy me declaro fútil, insubstancial; contigo espero volver, contigo y en tus ojos quiero regresar.