Puedo hablar de sus inseguridades porque las he visto dentro de él, muy profundamente. Parece un chico bastante seguro, pero sé que es más frágil que un vaso de vidrio al caer. Puede desmoronarse y volver a unir sus piezas rotas en poco tiempo. Es capaz de sentir y dejar de sentir afecto por otras personas cuando él lo decide. Es increíble que piense que de alguna forma tiene el control de todo; sin embargo, cuando se da cuenta de que no es así, le molesta. Sentimentalmente inestable, no encuentra su lugar en ningún lado; ya que se aburre muy fácil de las mismas personas. Intenta parecer un galán, pero tiene un autoestima que deprime. Deja que su valor se lo hagan ver los demás, no lo hace por sí mismo. Se involucra con facilidad en cualquier ambiente porque tiende a depender de otros para sentirse bien. No es capaz de estar solo. Tiene que estar recibiendo cariño ajeno porque él se tiene muy poco. Suele asustarse cuando ve que algo se le va de las manos. De ahí llegué a la conclusión de que le gustan los retos, las personas difíciles, y los amores sin compromiso. Es aquí cuando entro en su vida; una chica que no hace más que existir para él. Que a pesar de cualquier daño que él pueda provocarle, seguirá allí sin pedirle su amor a cambio, de hecho nada a cambio. Una chica que piensa que de alguna forma, viven para quererse, y un chico que cree que todo es pasajero, que sólo vive el momento. Sí, de alguna extraña manera están unidos, quizás no física, pero sí espiritualmente. Un tipo de amor que jamás acaba, amor de amantes.