domingo, 7 de febrero de 2016

Última y nos vamos.

Antes de dormir una pequeña dosis de ti:

¿Recuerdas ese día lluvioso? 
Todo estaba tan impreciso que con el tiempo no diferencio lo que fue real y lo que no.
Cuando te acercaste a mi oído y me impregnaste de palabras dulces. Decías que me querías pero realmente nunca lo sentí. Eras demasiado perfecto para querer a alguien como yo... alguien que puede quebrarse con tan sólo una palabra. 
La lluvia no logró detener nuestro calor. Esa tarde de noviembre donde sólo logramos existir tu y yo, y todos desaparecieron. 
Tus ojos parecían hablar... los segundos en que no cruzábamos palabras, me mirabas de una forma tan especial que fuiste capaz de hacerme sentir afortunada. De vivir, de tenerte, de estar contigo. 
Tus manos empezaron tocando mi cabello y tus labios se acercaban cada vez más.
Creo que es suficiente, ya no quiero recordar más.
Nuestra historia fue más que nada pura historia.