Y el sueño llegó. Me sumergí en tus labios, probando el sabor de tu amor, tocando el cielo, ¿por qué despertar? Ese es mi lugar favorito; voy ahí cada noche, tratando de encontrarte despierto, aunque me gustas más dormido. Así puedo navegar en tus cabellos y besarte el cuello sin hacerte cosquillas. Intento no hacer ruido, me gustas más calladito. ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Miré tus ojos y encontré el paraíso...
Pero bueno, es tarde, debo regresar a la realidad, debo encontrarte en otra parte, fuera del horario normal.