jueves, 7 de agosto de 2014
¿Pesadilla o muerte?
Ojos vendados, cadenas en los pies. ¡¿Qué pasa?! Camino sobre tierra; rocas cortan la piel de mis pies, camino sin un lugar fijo a dónde ir. Siento mi sombra demasiado lejos, parece que está oscuro. ¿Sigo caminando o paro? Decido seguir caminando. Tratando de encontrar algo que ni yo misma sé. Algo inimaginable. Hasta que la siento. Una mano sobre mi espalda. Grito lo más fuerte posible; sintiéndome capaz de espantar todos mis miedos. ¡¿Qué está pasando?! Ahora la mano me guía. Intento preguntar quién es, o correr hasta llegar a mi hogar, pero no puedo. No puedo mover los labios, no puedo parar mis pies; me siento atada, con un peso que no es común en mí. Atrapada en el infierno. En mi infierno. Quiero regresar. ¿A dónde vamos? ¿Qué hago aquí? Sólo me quedan dos posibilidades, o estoy soñando o estoy muerta. Comúnmente, si estuviera durmiendo ya hubiera despertado; pues siempre despierto cuando deseo despertar. Siempre controlo mis miedos, o eso creía. Tengo miedo; puedo sentir cansados mis pies de cargar con las cadenas. Esperen un momento; la mano ha desaparecido. Si era en verdad una mano, quiere decir que no estoy sola. Alguien me hace esto. La pregunta es ¿Por qué? Siento calor, estoy sudando. Y eso a pesar del notable frío que hace aquí. Sigo caminando cuando me siento atrapada entre dos paredes. Me siento pequeña, atrapada, inútil. Hasta darme cuenta de estar en un laberinto, pues miles de paredes se interponen en mi camino. ¡¡No puedo gritar!! ¡¡¡Quiero salir, regresar!!! Corro sin parar, es imposible resolver un laberinto con los ojos vendados. Y tengo la impresión de que no me gustaría ver lo que hay detrás de mí si me dejan quitármelos. Me obligo a ser fuerte, no voy a llorar, no voy a llorar, no lloraré. Sáquenme de aquí, juro que venceré mis miedos, prometo ser fuerte, capaz de soportar el peso de mis cadenas. Pero es inútil, nunca despertaré de este sueño.
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