martes, 29 de diciembre de 2015

Lo somos todo.

Sólo quiero recordarte algo:

Sé que hay días en los que no quieres levantarte de la cama, incluso días en los que siempre te sale todo mal. Puede que estés enamorado de una persona que no sienta lo mismo por ti. O que te haya ido mal en un examen. Pierdes a una persona que pensabas que jamás se iría. O dices un adiós que duele. A veces quieres llorar en público, o gritar, ¿verdad? 
¿Pero sabes qué? Está bien. No tienes que sentirte mal, ni cargar pesos que muchas de las veces, no sabes de dónde son; por qué es que los traes sobre tu espalda. Sólo quiero recordarte que aún hay muchos caminos por recorrer, sonrisas que ver, y paisajes que fotografiar. Hay personas que conocer, animales que acariciar. ¿Y sabes? Está bien. Todo lo que has hecho va bien, somos parte de un todo, así que disfruta cada segundo en el que puedes respirar. No te agobies, la vida es más que hermosa. 

Este mensaje lo leeré más tarde, cuando me haya olvidado de sonreír. 

sábado, 26 de diciembre de 2015

Insomnio.

Tengo la sensación de que estoy haciendo algo mal. Mis pensamientos me absorben...
¿Porqué cuando no puedo dormir, voy hacia nuestros recuerdos? Esta es una de esas noches.
Fotografías, palabras, susurros... Y noto algo. 
Dicen que las pupilas se hacen grandes cuando ves a la persona que te gusta. ¿Porqué el las tiene así de grandes? Tanto que puedo sumergirme dentro de ellas y nadar por las noches....
He llegado a imaginar que me quieres, porque no encuentro otra razón.
Pero por dentro sé que mientes, aunque ni yo misma sea capaz de reconocerlo. ¿Sabes por qué? Si, porque no quiero que esto sea de papel, no quiero que mi realidad se vuelva falsa, porque no tendría nada a que afererrarme a la vida. Imagino la risa detrás de tus palabras, tus burlas al verme llorar, y ¿por qué sigo aquí? Quizá no tengo opción. Me acostumbre tanto a ti que no encuentro en nadie lo que en tus brazos descubrí. Ese calor que nadie más me podrá hacer sentir. 
Son las 4:09 a.m.
Estoy aquí pensando sin encontrarle sentido a mis pensamientos. 
¿Alguien que le dé sentido, por favor? 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Distancia.

Y aunque estemos bajo la misma luna, sobre la misma tierra; respirando el mismo aire y escuchando el mismo sonido...
Te siento lejos.
Es increíble como algunas personas que están a tu lado; literalmente, no las sientes. Su presencia no se nota.
Y a la vez, están las personas que por muy lejos que estés físicamente, están aquí, tan dentro como mis pupilas en la luna que está sobre todos. La luna que ve todos nuestros rostros, esperanzados. 

viernes, 11 de diciembre de 2015

El concepto.

Entonces me di cuenta: 
¿Quién era esa persona a la que amaba?
No lo conocía, no podía amarlo. No lo conocía en su estado natural, sin alteraciones... Era falso, todo él era falso. Y no sólo el, todos nosotros. ¿Qué somos? Humanos. ¿Tenemos pertenencia, identidad? Porque no lo veo muy claro, no conozco ningún humano que no se deje llevar por algo que no es. 
Por eso es tan difícil conocer el alma de alguien... 
Y hablando de él; el susurro se hizo voz.
¿Qué era lo que amaba, pues? 
Me gustaba lo que aparentaba. Amaba el resultado de cambios. Superficialidad, el intento de ser lo que él quería ser. Anhelos. Nunca me gustó su esencia...
Él era algo que yo desconocía. 
Estaba amando algo que no existía.
Su concepto. 
Pero, ¿cómo decírselo? 
¿Cómo decirle que desnude su alma, que me permita ver sus ojos tras la máscara? Enloqueció, pensará. Es difícil expresarlo, porque ahora todos tienen los ojos vendados. Pocas personas entenderán qué es el concepto. 
Dejé de llamarlo amor, porque él no lo era. 
Y este es el mío... Una persona que escribe lo que piensa. Involucra cada una de mis palabras. Esta no soy yo. Sólo te muestro la parte que quiero que conozcas. 

Un último mensaje:

Lo que amas... es su concepto. No su persona.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Mis dolores.

Me duele no poder respirar con tanto aire rodeándome. 
Me duele tu ausencia porque aún te siento en mí.
Me duelen las sonrisas que no puedo expresar. 
Me duelen las alas que cargo porque aún no aprendo a volar. 
Me duele la justicia porque no existe.
Me duele el sol en una noche oscura.
Me duele la felicidad que no puedo imitar.
Me duelen tus palabras, esas que jamás me dijiste...
Me duelen tus recuerdos porque no puedo repetirlos.
Me duele el tiempo porque nunca para.
Me duelen tus ojos que no se apagan.
Y me duele la vida, porque no sé vivirla.

martes, 8 de diciembre de 2015

Un libro más.

Realmente lo conocía muy poco. 
Era un laberinto.
De él sólo conocía su forma de besar, de tomar el control, de hacerme llorar, reír, subir al cielo y caer. Sólo sabía que le gustaba escribir las mismas historias con diferentes personas. Las letras eran su adicción. Mismas comas, paginas, iguales párrafos subrayados; con la misma tensión, el mismo ritmo frenético de sus labios. 
Cuando estaba con él, realmente sabía muy poco sobre la página en la que estábamos. Pero apuesto a que él tenía contadas las páginas que componían el  capítulo, y, más bien, sabía de memoria todos los capítulos del libro. Y ni hablar del final, su parte preferida. 
Pensarás que este es mi libro favorito. Pero no. Ciertamente, mi libro favorito es real. Se compone de letras, capítulos y un final que no acaba. Real por la manera en que las letras abarcan una historia. En él, nada se encuentra repetido, y nadie más conoce ese libro como yo lo hago. Nadie entiende sus páginas. No conocen la editorial, ni mucho menos a su autor. El título no tiene letras. Sus más de mil comas, sus puntos, sus hojas olor otoño. La típica flor atrapada en la página 35, muestra cual es mi página favorita de todo el libro.
Y no está guardado en estantes, vaya, es un libro que expresa tanto que lo guardo bajo llave en mi corazón. Y no, no puedo prestártelo, si quieres leerlo, tienes que escribirlo conmigo. 
Regresemos al libro. A su libro.
Los personajes éramos sólo él y yo, con un título que nos describía en lo más mínimo porque hablaba de amor. Y nosotros pudimos serlo todo, pudimos estar juntos de distintas maneras, pero amor... No, amor no éramos.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Abrí los ojos.

Imaginen esta escena.
Yo.
Caminando por la calle enfadada con la vida.
Paso a paso pensaba por qué mi madre no había llegado por mi a la escuela. 
Bah, no había explicación alguna que me hiciera justificarla.
Aparte, que mal me fue en el examen de matemáticas. Y luego, para acabar, mis amigas hicieron rumores sobre mi. ¿Qué tipo de amigas tengo? 
Cargaba una mochila con un peso pequeño en comparación con mi insatisfacción. Y valla que era muy pesada.
Fue ahí cuando vi su cara. Sus ojos.
Era un perro negro.
Sus limpios ojos me conmovieron hasta lo más profundo de mi alma.
Pero en el había algo... en sus ojos se encerraba el más poderoso deseo de comer. 
Sus costillas podían verse completamente definidas... 
Y entonces reflexioné: ¿cómo es posible?
Pasamos la vida entera creyendo que nuestros problemas son problemas. Que si la comida no nos gusta, que si el internet no tiene una buena señal, que si hay rumores sobre mi, las calificaciones escolares...
Creo que realmente lo más importante es dar. 
Fue así como llegué a mi casa y saqué literalmente toda la comida del refrigerador que pude haberle dado a ese hermoso perro. 
Valla que qué bonito era. Hubieran visto como movía su colita de un lado a otro. Y no, no era de una raza fina. Pero a mi me pareció el perro más bonito de todos. El más feliz.
Sus negros ojos me hicieron abrir los míos.
Algún día entenderemos lo difícil que es pedir comida sin siquiera decir una sola palabra. 

domingo, 6 de diciembre de 2015

Versos para la noche.

Me hace falta el aire
Esta frente a mi y no lo siento
¿Sigo viva?
El alma me duele
Algo esta roto dentro de mí

Y es que no lo ves, cariño
Estoy esperándote 
Mi corazón late, late...
Al ritmo de tus pasos

Y me hace falta el aire
El aire me hace falta
Porque no logro tenerte
Aún después de tanto tiempo aquí
La muerte por mi no llega

Sigues siendo parte de mi
Y yo sigo estando atada
A las galaxias de tus ojos
Tus universos 
Los míos, unidos

Sigo siendo fiel a ti
Porque si no, ¿que sería de mi? 

viernes, 4 de diciembre de 2015

Despertando en ti.

¿Recuerdas cuantas veces me hiciste llorar, me hiciste sentir viva? 
¿Algún día te hice feliz, así como tu me hiciste a mi? 
Son muchas las preguntas, las dudas que sin resolver tuvimos que dejar atrás.
Aquel día en que tu y yo nos unimos como cielo con azul. Uno mismo. Y no hablo de un encuentro físico, era algo espiritual, un lazo que si bien no se podía ver, si se podía sentir. Tan fuerte como tus ojos sobre los míos. Intensidad. 
La noche salía por nosotros, pero tu y yo lográbamos iluminar todo. Lográbamos. Un pasado que lo envuelve todo. Lograste iluminar mi mundo, y ahora que te has ido... Me he quedado a oscuras. A blanco y negro. El lazo se rompió, el lazo jamás fue lazo. Sólo un pedazo de cuerda. Con un principio y un final. Así como tus manos en mi cintura, como el calor acoge el frío, tus labios sobre los míos. Rápido me acostumbré a tus palabras en el oído, a tus caricias llenas de libertad... A tus miradas llenas de matiz. Saturadas como las fotografías donde nuestro amor nunca acabó.
Mi mundo empezaba a verse a colores de nuevo, el rojo abarcaba todo, el azul hacia lo suyo, y el negro lo contrastaba. Y sin aviso, pronto todo comenzó a caer en la profundidad del vacío. Se derrumbaba. Todo volvía a escala de grises. Mi corazón palpitaba y se paraba. Altibajos y altos. ¿Cómo dicen que se sonríe? 
Y esque te recuerdo tal como el primer día. 
Sin daños, inocente. Cuando tus ojos me miraron y tu sonrisa abría paso... Cuando tu y yo existíamos, completábamos la perfección del universo. 
He estado recordando nuestros momentos. Valla, si que me hiciste sentir viva. 

martes, 27 de octubre de 2015

Más viva...

Y derrepente me sentí más viva que nunca. En el viento descansaban mis manos. Mi cabeza dejó de dar vueltas, y los problemas se iban quitando. Sentía su calor, el calor de su amor, ese que tanto anhelaba sentir. Me abrazaba. Observe cómo, de pronto, todo significaba tan poco. Lo que consideraba éxito era un simple suceso. Lo que era un problema, también. Somos simples, ¿saben? Sólo somos esencia... Como las nubes del cielo. Estamos para existir, sólo para eso. Las nubes existen para que podramos existir. 
Olvidando mis recuerdos favoritos; digo adiós a todos aquellos lugares, personas y labios que me hicieron feliz algún día. 
Y me siento más viva aún.
Si, he muerto. 

martes, 20 de octubre de 2015

Libertad.

¿Viva México?
¿Arriba los héroes de la Independencia de México?
¿Libres de qué, exactamente?
Si estuviste en México, seguramente sabes qué es un infierno.
¿Dónde están esas promesas de bienestar, de lucha contra la corrupción, narcotráfico, violencia?
Dime, ¿alguna vez te has sentido segura, seguro?
Títeres del gobierno, ¿podrían decirme qué es libertad?
Tapan nuestros ojos con engaños bonitos, con falsedad e hipocresía. Y no hay que mirar tan lejos al culpable. Un saludo para todo el gobierno.
Sinceramente, espero que la vida les HAGA ABRIR LOS OJOS.
Miren alrededor; la vida de los inocentes en peligro, todos esos niños con sonrisas ineptas, la sangre que veo en las mañanas al salir de mi casa; ese olor a cuerpos quemados cuando viajo en carretera... Todas las vidas arrebatadas. El sudor de los trabajadores. ¿Y ustedes, cómo viven?
México está perdido.
Y no vengas a decirme que amas a tu patria.
Menos, que eres ese tipo de persona que grita estruendosamente: ¡¡VIVA MÉXICO!! Y que tapa los ojos de los inocentes AL DÍA SIGUIENTE.
¿Independientes de qué?
NO FESTEJES LO QUE NO EXISTE.


Nota: Mensaje para muñecas, muñecos, títeres y ratas. Que lo disfruten.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Galaxias.

¿Pertenencia? Cuéntame. ¿Qué te pertenece? Hazme reír.
¿Tu cuerpo? El cuerpo es prestado y habrá que devolverlo.
¿El pasado? No existe. Se resume en recuerdos. Y los recuerdos se borran; lo que concluyo en que todo lo que acaba, deja de existir.
¿Tiempo, te pertenece el tiempo? No, cariño, el tiempo no pertenece. Inexorable; avanza, y a la vez, se detiene. El tiempo se limita a observar.
¿Dinero, joyas, lujos? Lo lamento, esto tampoco existe para el espíritu. Te vas y nada va contigo.
¿Tus recuerdos, tus momentos? Los momentos pertenecen al tiempo, el tiempo no existe, los recuerdos se ahogan a la vez que olvidas. Todo lo que una vez viste, escuchaste o dijiste, se cae a un abismo; inmerso en la oscuridad.
¿Pensamientos, ideas? Tampoco, pues éstos son de la mente. La mente tú no la controlas. La mente también es prestada.
¿Tus familiares, amigos, hijos? No, estos pertenecen al camino.
¿Talentos? Vamos, no eres nadie. Las metas que hayas cumplido forman parte de un recuerdo, y como ya lo mencioné, el tiempo acaba todo. Nada existe, a la vez que todo vive.
Entonces el alma. ¿El alma si nos pertenece? Debo decirte que el alma le pertenece a Dios. Nunca ha sido nuestra.
Si pudieras ver lo que yo veo desde acá arriba, si mis ojos algún día fueran tuyos, verás lo vacío que está el mundo. Nada forma parte de la existencia, de la realidad.
Dice una frase: "Solo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece." Está equivocada. Jorge Luis Borges está equivocado. ¿Quién le regaló el pasado? ¿Quién dice que los momentos que pasó, no se borrarán, no saltarán al abismo? Nadie asegura nada.
Quien se valora por lo que tiene, y por lo que le pertenece; también está equivocado. Cuando hablamos de pertenencia, pensamos que hablamos de existencia, de nuestra propiedad. Pero no es así. Pertenencia es un sinónimo de humano; de material, de una creencia arraigada que también acaba.
Somos seres denudos, vacíos. Somos aire, presente pero vacío. Materia que forma parte de la irrealidad. Galaxias sin descubrir, galaxias infinitas, misteriosas. Aquellas que nunca conocerán su procedencia, su existir.
No nos pertenece nada, y eso es un gran alivio.
Nosotros pertenecemos a la vida, y a la muerte. Eso es todo.



miércoles, 29 de julio de 2015

Entendiendo el dolor.

Somos manchas sobre un lienzo blanco. Humanos pero sin humanidad. Simples pero complejos. Formamos parte de algo, pero no sabemos de qué. 
Existir es un grito al silencio. Queremos entender el dolor, pero primero necesitamos conocer la felicidad. ¿Cuándo sabes que eras realmente feliz: en el dolor, en la agonía? Es cuando tenemos consciencia de todas las cosas que nos hacen sentirnos vivos, no ausentes de la vida. Es cuando el sentido comienza a transformar nuestra alegría en sufrimiento. Es la manera en que nuestro dolor se ve reflejado. 
Te doy gracias, Dios mío, por haberme permitido llorar, por manifestar mi viva alma al momento de llorar. Porque el llorar te hace sentirte viva, es parte del proceso que tenemos que caminar. 
Como ver al cielo. Así puedes entender que en realidad, no somos nada. Entiendes la concepción del universo. Su grandeza. Y te hace ver que los problemas a enfrentar, son sólo parte del proceso de la vida. Un problema del tamaño de un grano de arena en un desierto. Somos la única manera de encontrar respuestas. Observación. Consta de admirar la realidad, trata de explicar la humanidad. 
Buscamos la perfección, cuando ésta no existe.
Somos el vacío. La mancha sobre el lienzo blanco. 

Te desconozco.

A veces tu mente me hace pensar, reír, temblar. Me pierdo en tus ojos y no se cómo regresar, tienes esa mirada que no puedes soltar, esos ojos que te hacen sentir única, especial. ¿Qué estarás pensando? Es difícil adivinar... A veces no se quien eres, desconozco la manera en que me tocas, sin control, sin admiración. Y sólo quiero besarte, perder la cordura, valla inocencia, perder la ciencia. Porque a veces el mundo se reduce a nosotros, a veces pierdo el cielo pero lo veo en tus ojos.

jueves, 16 de julio de 2015

Como el mar sin agua...

Dime cómo esperas que pueda dormir. Dime qué hacer cuando quiera abrazarte y que no estés aquí. ¿Cómo disimularé una sonrisa, una vida? Porque mi corazón sigue saltando al escuchar tu nombre, mis pupilas se dilatan al ver tus ojos; mi alma aún sigue aferrada a ti.
¿Cómo, cómo voy a olvidarte? Todo lo que necesito es sentirte. Tu presencia, tu ausencia. Saber que estás aquí.
Pasan los días y sigo pensándote. ¿Quién te dió permiso? Te metiste en mi mente y ahora no quiero perderte.
   

Julio, 16.


Necesito de tus besos para poder volver a vivir. ¿Donde estoy? Todo es tan oscuro sin ti...
Quisiera que estas letras llegaran a tu mente para envolverte. Saturarte de mí y que así, poco a poco, entrar en ti, en tus pensamientos, en tu vida... Así como hiciste tú en la mía.


Porque ya no sé vivir.

lunes, 4 de mayo de 2015

Inquebrantable.

Era un amor que me destrozaba cada noche. Llegaba, en silencio. Prendía la luz y buscada mi olor. ¿Dónde estás, mi amor? Prefería no contestar. ¿Dónde estás?
       Y así comenzaba la historia de cada noche. Sus palabras quedaron talladas en mi mente. ¿Dónde estás? Su voz era fría, a veces tan vacía.
        Ya no encontraba donde esconderme. ¿Estás bajo la cama? Sentía un nudo en la garganta. La ventana estaba abierta, el viento se llevaba mis palabras. Por favor, por favor. Sólo pido una noche más. Despertar y ver otro amanecer. Ver tus ojos y decirles adiós.  ¿Podrás concederme eso, mi amor?
        Tengo sueño, pero sé que la historia va a acabar. Es tarde, quiero un momento más. Extrañaré eso de respirar, el sabor del hogar. ¿Dónde estás? No, por favor, dime que no vienes hacia acá. No, no  estoy dentro del armario, no hay nada que sospechar.
        Mi amor, ya llegué de trabajar. ¿No quieres ver qué tengo de novedad? Vamos, sé que me quieres besar.
       No, por favor, ya no puedo. No quiero seguir. Mi cuerpo es pequeño y tú eres fuerte, grande... intimidante. Ya no quiero que me hieras.
       Está bien, voy a salir.

jueves, 30 de abril de 2015

¿Por qué?

Estoy callada. Observo cómo mis suspiros se alejan a través del cristal. Atrapada. Un término inconsciente de su soledad. ¿Dónde estoy? No querrás imaginar.
El tiempo pasa y ya me acostumbré a estar encadenada. Sola. El vacío me dice que no me soporta más. ¿Haz sentido cómo todo lo que te hace feliz, se convierte en polvo? De un momento a otro, no somos más que un loco.
Pienso, pienso, pienso. ¿Amaneceré mañana? No creo aguantar; el incesante ruido de sus últimos gritos me llegan hasta tumbarme en el piso. Pesadillas... tus recuerdos que alimentan mi alma. 
¿Dónde estás, a qué hora llegarás? Ven hacia mí, es la hora habitual. 
Y despierto. 
Veo paredes. Ladrillos me rodean. ¿Podré salir? La guerra es tan vacía... 
Jamás pensé que esa era la última vez que escucharía tu voz. Que entraría dentro de tus ojos. ¿Cuándo volveré a sentir tus manos tocando mi piel? ¿Por qué tus labios no están sobre los míos? 
Sigo creyendo que lo mejor es morir. ¿Por qué, por qué la humanidad es así? Somos crueles, nos gusta hacer sufrir. Matar, morir.
Soy parte de esto. Sólo deseo un poco de silencio. 
Ojalá y mañana, por fin pueda verte. Tú, yo. Solos, en un mundo donde nadie recuerde... su pasado. 

sábado, 11 de abril de 2015

Dulces sueños.

Era tarde. El silencio soplaba fuerte, mis lágrimas llovían, y yo no era más que una adicta a tus sonrisas. Necesitaba algo, algo que me hiciera sentir que valía la pena seguir aquí. Era noche y... no podía dormir. Todo el tiempo te había creído perfecto, un caballero, un típico príncipe. Pero en realidad, aprendí que la perfección no es lo mío. Llegué a enamorarme tanto de tus defectos, de tus imperfecciones... 
Y el sueño llegó. Me sumergí en tus labios, probando el sabor de tu amor, tocando el cielo, ¿por qué despertar? Ese es mi lugar favorito; voy ahí cada noche, tratando de encontrarte despierto, aunque me gustas más dormido. Así puedo navegar en tus cabellos y besarte el cuello sin hacerte cosquillas. Intento no hacer ruido, me gustas más calladito. ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Miré tus ojos y encontré el paraíso...
Pero bueno, es tarde, debo regresar a la realidad, debo encontrarte en otra parte, fuera del horario normal. 

lunes, 16 de marzo de 2015

Cartas al silencio

Estoy segura de que seguiré encontrando personas; y que jamás, jamás encontrare a alguien mejor que a ti. Que ningún otro sonido me tranquilizará como tu voz. El cielo lloverá con tu adiós, si un día te vas. ¿Cómo podré sentirme segura, si a mi lado no estas? Sólo quiero volver a ver esa sonrisa. Y te prometo, cariño, que incluso después de olvidar mi nombre; esa sonrisa permanecerá en mi pensamiento. 

-AJ

domingo, 8 de febrero de 2015

Somos sombras.

Quédate quieto. Observa el caminar del viento, mira el cielo... ¿hasta dónde haz llegado? Es difícil asimilar cada paso, ver las huellas en el pasto; pero te aseguro que este momento es perfecto.
Así comienza y así termina. Los momentos se olvidan. Los besos se convierten en cenizas; y los labios se marchitan. El amor es sólo una palabra; que terminará sin representar nada. Esos bellos ojos que brillaban; comienzan a tener oscuridad en su mirada. Las palabras volarán con el viento y no serán escuchadas. Y las lágrimas encharcarán el camino por el que alguna vez te sentiste con alivio.

lunes, 12 de enero de 2015

Espejismo, ¿Dónde estoy?

Reflejos muestra
realidad no presenta.
En monstruos me veo,
en hadas me siento.


Imagen burlona
detrás de él
No tengas miedo,
nada que temer.


En algún momento
encerrada me siento.
¿Dónde estoy?
Ya no conozco el tiempo.


No sé quién soy
¿En qué realidad me encuentro?
Abre los ojos
Y sal del espejo.




Alejandra Jáquez.