Entiendo la diferencia entre tus manos y las mías: poder.
Entre tus labios y los míos: control.
Tus ojos son intensidad y la intensidad parte de tus ojos.
Entiendo cada parte que nos unía y a la vez nos deshacía.
Tengo más de diecisiete escritos en los que hablo de ti y aún no termino de entender tu mecánica, tu control y el color extraño en tus ojos.
Me estoy convirtiendo en recuerdos y estoy algo preocupada por ello porque no sé que sería de mi si no hubieras entrado. Cuando muera seré cenizas sin tener que incinerar mi cuerpo.
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