viernes, 20 de julio de 2018

Declaración de un corazón abierto.

Será el frenesí de aquella noche el que no me permite dormir, o nuestras almas tocándose bajo la inocente luz de las estrellas, de los coches, de tus ojos.
Será el saberte cerca y haberte abrazado tan fuerte que hoy olvido mi cómoda e insaciable soledad.
Seremos nosotros los causantes de mis deseos de plasmarnos recorriendo el pueblo mientras mis anhelos suspiraban y mi mente intentaba mantenerte lejos porque cariño, no sabía que era eso.
Mientras la luna nos iluminaba tenuemente; pusiste a prueba mis sentidos y sólo puedo decirte que sí, sigo pudiendo amar, sigo escribiendo de sentimientos y sí, despertaste mi sensibilidad. Aún conservo mis latidos intactos.
Descubrí que las heridas nunca serán tan profundas para apagar mi espíritu. Las cicatrices son sólo rasguños que sanan y embellecen la imperfección a la que estamos condenados. El amor siempre florece.

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