24 de Julio de 2018.
Una fecha sin nada de especial pero única a tanta historia.
Las nubes desaparecieron, el viento se lleva rápido mis cansados y repentinos pensamientos sobre ti. He pasado gran parte de este día azul con dolor de cabeza y aquí estoy, escribiendo. Menuda ironía. Mostrando el mundo sensible que envuelve mi aura cuando veo una hoja en blanco, un lienzo sin trazos, un espacio en silencio. Entro y salir no me apetece hasta que reacciono y recuerdo la realidad. Pero eso no pasará en estos momentos. Mi otro yo, uno de varios que he estado observando atentamente, el dominante la mayor parte del tiempo; quiere hacerme pensar un rato conmigo misma mientras hilo unas cuantas ideas. Sólo busca mantenerme constante y es estricto cuando hago las cosas mal, suele evitar distracciones y se concentra en tachar las metas que tengo en una de mis muchas listas atrás de la puerta de mi habitación. Me recuerda quién quiero ser y me motiva siempre a dar más de lo estimado. Se ha llegado la hora de trabajar, me dice. Y le agradezco porque me permite tener anhelos por alcanzar.
Así comienza mi camino, plasmo un tanto de aquí, otro tanto de allá. Quiero compartir mi existencia para no permanecer en el olvido, ni que mis gritos dejen de escucharse cuando me vuelva más etérea que las nubes que veo nuevamente apareciendo, para mí, en este instante.
Me espera mucho por hacer, pero la senda es larga. Y si mi día es azul, entonces vamos por donde debemos ir.
martes, 24 de julio de 2018
viernes, 20 de julio de 2018
Declaración de un corazón abierto.
Será el frenesí de aquella noche el que no me permite dormir, o nuestras almas tocándose bajo la inocente luz de las estrellas, de los coches, de tus ojos.
Será el saberte cerca y haberte abrazado tan fuerte que hoy olvido mi cómoda e insaciable soledad.
Seremos nosotros los causantes de mis deseos de plasmarnos recorriendo el pueblo mientras mis anhelos suspiraban y mi mente intentaba mantenerte lejos porque cariño, no sabía que era eso.
Mientras la luna nos iluminaba tenuemente; pusiste a prueba mis sentidos y sólo puedo decirte que sí, sigo pudiendo amar, sigo escribiendo de sentimientos y sí, despertaste mi sensibilidad. Aún conservo mis latidos intactos.
Descubrí que las heridas nunca serán tan profundas para apagar mi espíritu. Las cicatrices son sólo rasguños que sanan y embellecen la imperfección a la que estamos condenados. El amor siempre florece.
Será el saberte cerca y haberte abrazado tan fuerte que hoy olvido mi cómoda e insaciable soledad.
Seremos nosotros los causantes de mis deseos de plasmarnos recorriendo el pueblo mientras mis anhelos suspiraban y mi mente intentaba mantenerte lejos porque cariño, no sabía que era eso.
Mientras la luna nos iluminaba tenuemente; pusiste a prueba mis sentidos y sólo puedo decirte que sí, sigo pudiendo amar, sigo escribiendo de sentimientos y sí, despertaste mi sensibilidad. Aún conservo mis latidos intactos.
Descubrí que las heridas nunca serán tan profundas para apagar mi espíritu. Las cicatrices son sólo rasguños que sanan y embellecen la imperfección a la que estamos condenados. El amor siempre florece.
lunes, 2 de julio de 2018
Cosmos.
Estás y te vas. Creo que le pertenecemos más al éter que a la realidad.
Por más caminos que tome te vuelvo a encontrar, en ocasiones débil y suplicante; otras por completo satisfecho sin necesidad de mí y de mi amor cada vez más cansado.
Por más caminos que tome te vuelvo a encontrar, en ocasiones débil y suplicante; otras por completo satisfecho sin necesidad de mí y de mi amor cada vez más cansado.
Quizá la vía que tomemos nos espere al final de nuestra existencia, porque durante ésta hemos sido separados como la luna del sol, y el sol de la luna. Pero supongo que estamos tan unidos como deberíamos.
Evítame las ganas de tenerte por un instante y después sentirte a kilómetros. Si te quedas nos quedamos, si te vas nos olvidamos.
Porque comienzo extrañando tus latidos en los míos y no paro hasta recordarnos bajo aquél manto de lluvia mientras no pude hacer más que quererte.
Dime que mi ausencia te incomoda, que quieres tenerme y volver a encontrarme.
Aunque sea por momentos y de una eternidad a otra; la luna está en el sol y todo se vuelve hermoso. Etéreo. Mágico.
Evítame las ganas de tenerte por un instante y después sentirte a kilómetros. Si te quedas nos quedamos, si te vas nos olvidamos.
Porque comienzo extrañando tus latidos en los míos y no paro hasta recordarnos bajo aquél manto de lluvia mientras no pude hacer más que quererte.
Dime que mi ausencia te incomoda, que quieres tenerme y volver a encontrarme.
Aunque sea por momentos y de una eternidad a otra; la luna está en el sol y todo se vuelve hermoso. Etéreo. Mágico.
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