Sumergida de pies a cabeza en tus pensamientos, quizás huyendo de mí porque soy demasiado inestable.
Siendo de ti porque de mí, ya no queda nada. Saltando a tu pálida piel cada que necesito un respiro.
Así existo, entre monótonos infiernos que suelen parecerse, que suelen complementarse.
Me gusta sentirme algo, me haces tener buenos ratos. Olvido mi neutralidad, la insensibilidad, el miedo; puedes llenarme o vaciarme de ellos.
Prefiero tus sublimes ojos, tu inconsciente realidad, que la mía; que bastante daño me ha causado.
Eres mi espacio.
lunes, 27 de febrero de 2017
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